Después de la iniciación o durante un tratamiento de Reiki, podemos tener lo que se denomina una crisis de sanación. Esto pasa cuando nuestro cuerpo libera las toxinas innecesarias o cuando hay un bloqueo energético o emocional.
Puede ocurrir lo siguiente cuando nuestro cuerpo elimina lo que no es necesario:
Emocionalmente se puede experimentar felicidad, ganas de reir, de llorar, síntomas de depresión o todos los síntomas a la vez.
Antiguas dolencias, pueden aparecer porque no estaba sanada la causa de esa dolencia.
Diarreas, trastornos intestinales
Sensación de agotamiento físico
Pesadillas, sueños raros.
Mas sudor de lo habitual, en ocasiones picores o sarpullidos.
Cambios en el color o el olor en la orina, así como mayor cantidad.
Gripe, resfriados, dolores y picores de garganta.
Dolores de cabeza, vómitos (esto es poco frecuente)
Si durante un proceso de sanación o un tratamiento ocurre alguno de estos síntomas, es buena señal, eso es que Reiki esta funcionando.
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